La reforma a la salud presentada por el gobierno al Congreso establece una profunda modificación a las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), que comenzará con un marchitamiento al restringirle funciones y en un periodo de transición de dos años prácticamente desaparecerían como actor clave del sistema de salud.
Sin embargo, una mayoritaria opinión ciudadana las respalda, como lo revela el Tracking RCN donde el 51.3% de los indagados quiere que continúen cumpliendo su actual rol contra un 36.9% que se manifiestan en contra.
La encuesta para tomar el clima social del país, realizada telefónicamente a 1.007 personas la semana anterior (ver ficha técnica más abajo) devela, además, que el 38.4% de los indagados considera al actual sistema de las EPS como muy bueno y bueno; 20.9% regular; malo el 19.7% y muy malo el 18.7%.
Curiosamente si se suman estos dos últimos guarismos, el porcentaje de quienes lo critican es igual al que lo defienden, es decir a los que le dan buena nota.
Este tracking también evidenció el creciente descontento con el gobierno Petro, motivado en el incumplimiento de promesas y algunas de las políticas adoptadas, especialmente en lo que tiene que ver con su proyecto bandera de ‘paz total’.
Ello ha impactado en el respaldo ciudadano al presidente Petro, que registra una desaprobación del 51.7%, subiendo varios puntos frente a la medición de febrero.
Esta es la segunda encuesta que en menos de dos días muestra el aumento en el índice de desaprobación al Jefe de Estado ya que la divulgada este miércoles, la de Invamer la ubicó en 57% (seis puntos más que el registro anterior).