El nuevo Código Disciplinario o Estatuto Disciplinario de la Policía Nacional, que pasa a sanción presidencial, luego de que el Senado de la República aprobara este miércoles el texto definitivo conciliado con la Cámara de Representantes, establece todo un conjunto de normas que entrega beneficios a los uniformados de la institución. Sin embargo, al mismo tiempo endurece las sanciones contra los miembros de la Policía Nacional que falten a los estándares mínimos profesionales.
Por ejemplo, sanciona los excesos en el uso de las armas, de la fuerza y demás medios coercitivos o la utilización de elementos no reglamentarios del servicio, fijando la obligación institucional de regular las tácticas y los procedimientos policiales.
La investigación y sanción de los hechos que con ocasión del exceso en el uso de la fuerza constituyan violación a los Derechos Humanos, son de competencia exclusiva de la Procuraduría General de la Nación.
La nueva ley también sanciona como falta gravísima el ocultamiento de la identificación del uniformado, los vehículos y los accesorios, así como el impedimento de la grabación de los procedimientos policiales sin justificación legal.
Así mismo, el nuevo Estatuto Disciplinario Policial impone al Inspector General e Inspectores Delegados la rendición de cuentas pública de la gestión disciplinaria semestralmente. Además, designa un Inspector Delegado Especial para la manifestación pública y da mayor apertura a la participación ciudadana en la gestión disciplinaria de la Policía Nacional.