¿Qué habría pasado con las tarifas de la luz si el Indicador de Precios al Productor no hubiera subido 30 %? ¿Cuánto valdría el kilovatio hoy si las cosas se hubieran dado según las proyecciones de las empresas hace unos meses?
Recalcular las tarifas con esas proyecciones y volver a comenzar desde ahí la senda de incrementos, es la propuesta que algunas empresas de comercialización le están haciendo a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez.
El efecto en las tarifas sería inmediato, pues pasaríamos de costos por kilovatio alrededor de los 800 pesos a costos más cercanos a los 700 pesos. Esto, por supuesto, implicaría para las empresas renunciar a unos recursos billonarios que no se han cobrado hasta ahora y habría que ver “cómo se recupera eso más adelante”.
A partir de esa rebaja inicial, los nuevos incrementos se calcularían con otro indicador o se establecería un techo al aumento de tarifas. Aunque cambiar el indicador hacia el futuro es algo en lo que todo el mundo está de acuerdo, no es claro si “todos los agentes de la cadena” estarían dispuestos a aceptar que se recalculen los incrementos y la tarifa actual.
Adicionalmente hay quienes creen que se necesita un ‘ropaje legal’ para autorizar a las empresas de generación y a sus clientes a renegociar los contratos.