Que linda la fiesta es en un 8 de diciembre/
Al sonar del traquitraqui que sabroso amanecer/
con ese ambiente prendido me dan ganas de beber/
Esta es la estrofa con la que toda una generación de barranquilleros creció. Es la voz de la profesora Nury Borrás interpretando una nostágica composición ‘Las cuatro fiestas’ del maestro Adolfo Echeverría.
Es, precisamente, la melodía que acompaña las luces y faroles adornan las calles y las terrazas de los hogares colombianos cada 7 de diciembre, fecha conocida como la tradicional ‘Noche de Velitas’.
Si bien la fiesta se celebra en toda Colombia, la ocasión es muy especial en Barrranquilla. En esta fecha es común que las parejas, familias o seres queridos se reúnan en sus casas para encender algunas velitas y compartir momentos agradables que son sinónimo de felicidad y fraternidad que se traduce con la alegría de los niños viendo las cuadras alumbradas con faroles.
En Colombia se celebra el Día de las Velitas el 7 de diciembre como un acto de conmemoración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. El origen de esta práctica inició con la carta apostólica del papa Pío IX en la que se afirma que la Virgen María fue concebida sin pecado original para llevar en su vientre a Jesucristo.
Es muy común que en Barranquilla se lleve a cabo el encendido de las velas con sus faroles pasada la media noche del 7, después que las familias hayan pasado una agradable velada compartiendo las tradicionales recetas gastronómicas de la región como lo son los pasteles típicos, buñuelos, galletas navideñas y hasta fritos.
En diferentes puntos de la capital atlanticense se disfrutan de distintos alumbrados y actividades que tienen lugar en el marco de esta celebración; dos de esos son el Gran Malecón del Río y la Plaza de la Paz, escenarios en los que se ha procurado convocar a lo ciudadanos para vivir la magia y alegría de este día.
La tradicional Noche de Velitas también es una gran oportunidad para que muchas familias atlanticenses reactiven la economía de su hogar a través de la venta y elaboración de faroles con madera, clavos y papel celofán. Sin duda, estas terminan siendo también una manera indirecta de mantener viva la festividad.
Reunámonos en familia y hagamos de este día especial sin pólvora y de disfrute con responsabilidad.