El 7 de febrero de 2003 un carro bomba estalló en el Club El Nogal, en el norte de Bogotá, y mató a 36 personas e hirió a más de 200.
Este fue uno de los atentados que recrudeció la guerra entre las guerrillas y el Estado colombiano, y que aún hoy tiene heridas abiertas y muchaseguntas sin resolver por parte de las Farc, las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Estado.
Este fue uno de los mayores ataques urbanos cometidos por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que desde su desmovilización en 2016 ha pedido perdón por lo ocurrido en varias ocasiones y está aportando verdad sobre este caso ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Las víctimas del atentado, muchas de las cuales quedaron con problemas de movilidad o respiratorios por cuenta del ataque, conmemorarán este martes 7 de febrero de 2023 el vigésimo aniversario con un acto que cuenta con el apoyo del Instituto de Paz de EE.UU. (USIP), un organismo gubernamental que trabaja en la construcción de paz y reconciliación.
A esta ceremonia las víctimas esperan que asista el presidente Gustavo Petro, pues consideran que en 20 años nadie del Estado colombiano “les ha dado la cara”.
Desde que se firmó el acuerdo de paz en noviembre de 2016, las víctimas han recordado con simbolismos lo ocurrido y han pasado cosas, como por ejemplo que en 2017 los exjefes de las Farc reconocieron que la guerrilla cometió el atentado.
Para la fecha del atentado, el club era conocido por bogotanos y ciudadanos del resto del país como un lugar frecuentado por persaonajes de la ‘clase alta colombiana’, que lejos estaban de imaginarse esa noche, que una fuerte explosión azotaría las instalaciones y dejaría a su paso muerte y desasosiego.
Rodrigo Londoño, último comandante de las Farc y presidente del partido Comunes, surgido de la desmovilización de la guerrilla, aseguró el año pasado que el atentado contra el Club El Nogal nunca debió haber ocurrido.