Sancho se encuentra en una cárcel de Koh Samui y las autoridades están convencidas de que el chef cometió el crimen de manera premeditada y cruel, por lo que están pidiendo la pena de muerte para él.
A pesar de que Sancho se ha mostrado colaborador con las autoridades, dándoles la información sobre cómo ocurrieron los hechos en el hotel y su posterior ocultamiento de las pruebas que lo podían incriminar, Sancho no se librará de una estricta condena en este país de Asia.
De ser condenado a una pena perpetua, Sancho posiblemente sería trasladado a la cárcel de la capital de Tailandia, Bangkok, que, según medios españoles, es una de las cárceles más peligrosas del mundo.
Esta cárcel es bien conocida por otro español, quien casualmente también cometió un asesinato en este país.
Se trata del español Artur Segarra, quien robó, torturó y asesinó a su compatriota David Bernard en 2016.
Segarra escribió una carta en la que detalla el día a día que vive en esta cárcel, tal vez para que Sancho vaya preparándose por si se le perdona la vida y tiene que pasar el resto de sus días en esta prisión.
De acuerdo con el programa ‘Tardear’, magacín al que llegó la misiva de Segarra, el convicto vive en condiciones infrahumanas y que esto es lo que le esperaría a Sancho.
“Me levanto a las tres y media de la mañana para leer la Biblia (…) sobre las cuatro y media despierto a un par de compañeros. Las celdas son comunas de unos 20 a 24 presos. A las seis y cincuenta de la mañana abren las puertas y a las siete, el desayuno”, escribe Segarra en la carta.
Posteriormente, los presos se dirigen al patio de la cárcel para cantar el himno nacional y se iza la bandera.
Luego, los presos se duchan y esperan contar con un poco de suerte para recibir algo para desayunar, sin embargo, Segarra afirma que la comida es “escasa y repugnante”.
También, Segarra manifiesta que pasan 16 o 17 horas sin comer, que solo pueden ingerir agua y que se la pasan en su celda, tirados en el piso y durmiendo sobre algunas cobijas.
Los presos se dedican a leer la Biblia y a rezar durante el día para tratar de sobrellevar su situación.
Segarra le ha sugerido a Sancho que no se confíe de las autoridades tailandesas porque en estas también se observa corrupción y que algunos han podido pagarle a la Fiscalía, los jueces y la policía para no recibir una pena tan severa.
Así mismo, le aconseja a su compatriota que en el juicio opte por conseguir un funcionario de la embajada para que esté presente en este y qué tal vez pueda evitar de esta forma la pena de muerte.
Otra de las opciones que resalta Segarra es negociar con la Fiscalía, en la cual se puede lograr una pena de menos de 30 años y así conseguir la “calificación de excelente”.
De acuerdo a su experiencia, Segarra asegura que posiblemente a Sancho lo juzgarán en Surat Thani, lugar en donde se sentencian a personas por crímenes como los que ellos cometieron, así como también a traficantes.
Allí puede correr con ‘su misma suerte’, ya que Segarra fue indultado por el rey de Tailandia, quien decidió que el recluso recibiría la pena de por vida tras las rejas y no a muerte.