El pasado 6 de diciembre la Cancillería publicó un comunicado titulado “Colombia y Francia actualizan convenio de extradición”.
La noticia pasó inadvertida porque el debate en diciembre era otro: el contrapunteo entre el canciller Álvaro Leyva y la ex directora de la Agencia Jurídica de Defensa el Estado, Martha Lucía Zamora, por la licitación de pasaportes y la demanda que terminó realizando Thomas Greg and Sons.
Ese comunicado de la Cancillería dice lo siguiente: “Entre el 6 y el 9 de noviembre de 2023 se celebró en París, en la sede del Ministerio para Europa y de Asuntos Exteriores, la tercera sesión de negociación entre las delegaciones francesa y colombiana para modernizar el convenio de extradición del 9 de abril de 1850”.
Y agrega: “El nuevo texto del convenio, que será perfeccionado en una última sesión que se realizará en febrero de 2024, permitirá, entre otras cosas, abrir la lista de delitos que dan lugar a la extradición con el objetivo de fortalecer la cooperación judicial contra la delincuencia organizada transnacional entre ambos países”.
“Así mismo, se acordó que la extradición no se concederá si la persona reclamada tiene nacionalidad de la parte requerida. En otras palabras, Colombia no quedará obligada a entregar a sus nacionales, ni Francia a los suyos, de tal manera que ambos Estados se comprometen a adelantar las investigaciones necesarias o a que las personas condenadas cumplan sentencia en el territorio del que son naturales”, se lee en el comunicado.
Como hay dos sentencias contradictorias; una de un juez de conocimiento y otra del Tribunal Superior de Bogotá, el abogado Vernot, cercano públicamente desde hace años al presidente Gustavo Petro, tiene una última oportunidad en la Corte Suprema de Justicia con la casación.
Vernot, entonces, al apelar su condena, quedó en libertad mientras que la Corte Suprema de Justicia resuelve su caso en última instancia.
Vernot no solo está en Francia, no solo es ciudadano francés, no solo sería un posible beneficiado de las últimas modificaciones al tratado de extradición con ese país que Colombia está a punto de realizar, sino que el mismo Vernot dijo haber estado reunido con Losada en el marco de las conversaciones de esas modificaciones, sin que se explique bajo qué figura, si no es funcionario del Gobierno. Y además tiene una sentencia condenatoria en su contra.
Vernot, cuya esposa, Laura Guillén, es la actual delegada de Colombia con la UNESCO, dijo que él no había participado en ninguna reunión de la Cancillería sobre los pasaportes, pero que sí estuvo presente en la reunión de la extradición.
Es decir, Vernot tuvo una reunión con Juan Carlos Losada en la mitad de las conversaciones para la modificación del tratado de extradición con Francia, siendo francés, y con una casación pendiente en su contra.