La venta de las acciones de Tigo-Une por parte de las Empresas Públicas de Medellín (EPM) ha generado un intenso conflicto entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. El intercambio de críticas entre ambos líderes ha acentuado la división política y las tensiones en torno a la operación.
El presidente Petro ha expresado su oposición a la venta, argumentando que detrás de esta transacción podría estar un intento de promover el interés del sector privado sobre el público. En respuesta, el alcalde Gutiérrez no ha tardado en defender la decisión, acusando a Petro de usar la venta de Tigo-Une como un pretexto para atacar a Medellín y Antioquia. “Sería bueno que cuando hablara de Medellín y Antioquia fuera para algo bueno y no solo para atacarnos“, expresó Gutiérrez.
El conflicto se centra en la intención de EPM de vender sus acciones en Tigo-Une, una decisión que ha sido defendida por Gutiérrez como una medida estratégica para fortalecer la empresa y optimizar su desempeño. Por otro lado, Petro ha insistido en que la venta responde a un agenda del ‘uribismo’ para debilitar el sector público.
La polémica refleja las tensiones crecientes entre el gobierno nacional y la administración local de Medellín, en medio de un debate sobre el futuro del sector de telecomunicaciones y el papel del Estado en la economía.
La situación sigue evolucionando, y se espera que las discusiones continúen afectando la dinámica política en el país.