Cuarto frío en el sector de Barranquillita se apropiaba de energía en forma irregular.
Nuevas acciones contra la defraudación de fluidos adelantó personal especializado de la empresa Air-e Intervenida en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira. Estos casos de fraude representan pérdidas económicas por $336.261.240. Uno de los más representativos se presentó en Barranquilla, donde el equipo de medida del bar Siglo XXI no pasó las pruebas de los operarios.
En consecuencia, se abrió un proceso contra este reconocido establecimiento comercial, ubicado en la calle 39 con carrera 26 en el barrio Montes, dedicado a la venta de bebidas embriagantes.
Adicionalmente, en el barrio El Rosario los técnicos de la compañía establecieron que el medidor de un restaurante, ubicado en la carrera 43 entre las calles 44 y 45, presentaba el display dañado.
Por otra parte, en el norte de Barranquilla, a la altura de la calle 96 con la carrera 53, una cancha de sófbol y el patinódromo tenían equipos eléctricos desconectados por media tensión, lo cual impide la medición real del consumo.
En una revisión en la calle 10 con carrera 44 en Barranquillita, el grupo de técnicos encontró cuartos fríos para diferentes productos con el servicio de energía directo sin medidor.
Finalmente, en la vía a Salgar en el kilómetro 10 -181 un restaurante tenía un medidor con el display desparametrizado.
Operativos en Magdalena
En el barrio Cundí, en Santa Marta, se encontraron líneas directas por fuera de la medida en un establecimiento de comidas rápidas en la calle 15 con la carrera 14.
Por otro lado, en el barrio La Concepción 2 en la Manzana J, el medidor de una institución educativa presentaba signos de manipulación como la tapa principal maltratada con pegamento extraño, stickers de seguridad repisados y los sellos principales con marca de herramientas.
Hurto de energía en La Guajira
En la calle 40 vía a El Cerrito se detectó una casa finca conectada a un transformador ilegal de 10 kVA.
Mientras tanto, en la calle 8 con la carrera 5 de Riohacha en un reconocido edificio se encontró un medidor con fecha y hora desprogramada. Además, tenía una conexión aislada de la bornera que impide la medición real del consumo de energía.
