Por: Yasher Bolívar Pérez
La tensión en el fútbol español ha alcanzado su punto más álgido tras la carta enviada por el Real Madrid a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en la que el club denunciaba un supuesto “adulteramiento” de la competición tras su partido contra el Espanyol. Esta acusación ha generado un rechazo generalizado entre los principales estamentos del fútbol, incluyendo a la RFEF, LaLiga y los presidentes de varios clubes.
En los últimos días, tanto la RFEF como LaLiga han manifestado públicamente su descontento con la actitud del conjunto blanco. Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha criticado duramente la postura del club, mientras que los presidentes de equipos como el Betis y el Athletic han aprovechado ruedas de prensa para señalar al Real Madrid por lo que consideran una estrategia de presión contra el arbitraje.
El punto culminante de este conflicto se vivió en la cumbre organizada por la RFEF, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) y LaLiga, a la que asistieron directivos de clubes de Primera y Segunda División. Durante la reunión, se debatió el comportamiento del Real Madrid, incluyendo los vídeos emitidos por su canal oficial, en los que se criticaban decisiones arbitrales. La mayoría de los asistentes coincidieron en que estas acciones no solo dañan la imagen del arbitraje español, sino que además deberían conllevar sanciones.
El Real Madrid, en un claro acto de protesta, decidió no asistir a la reunión, a pesar de haber confirmado inicialmente su presencia antes del partido contra el Espanyol. Su ausencia dejó en evidencia la fractura entre el club y los organismos que rigen el fútbol español. Rafael Louzán, presidente de la RFEF, lamentó la inasistencia del club blanco, aunque aseguró que la Federación siempre estará dispuesta a dialogar con todos los actores del fútbol profesional.
Este nuevo episodio de desencuentro entre el Real Madrid y las instituciones del fútbol español refuerza la sensación de división que se ha intensificado en los últimos años. Mientras algunos clubes piden sanciones contra los blancos, el equipo dirigido por Florentino Pérez sigue firme en su postura de denunciar lo que considera injusticias arbitrales.