En la madrugada de este viernes 14 de febrero, sobre la 1:30 a.m., un ciudadano que transitaba por la Autopista Norte, a la altura de la calle 220, reportó el hallazgo de una bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) colgada entre dos palos y debajo de un árbol.
De inmediato, las autoridades activaron un protocolo de seguridad, enviando unidades del cuadrante de la estación de Usaquén, así como al grupo antiexplosivos de la Policía Metropolitana de Bogotá. El objetivo fue verificar si había artefactos explosivos en el lugar. Tras varias horas de inspección, la policía descartó cualquier amenaza. “No hay elementos que pongan en riesgo la seguridad de la ciudadanía”, aseguró el coronel Ricardo Chávez, comandante de la estación de Usaquén.
A pesar de la ausencia de explosivos, las autoridades decidieron cerrar de forma preventiva la autopista en dirección sur-norte desde la calle 193, generando un congestionamiento vehicular hacia los municipios de Chía, Cajicá y Zipaquirá. Los conductores fueron desviados por rutas alternas, como la calle 189 y la carrera 7.
Durante el cierre, algunos colegios ubicados al norte de Bogotá optaron por clases virtuales debido a los problemas de transporte ocasionados por el trancón.
Este no es el primer incidente de este tipo en la ciudad. El año pasado, en julio, aparecieron otras banderas del ELN en diversos puntos de Bogotá, incluyendo un puente peatonal en la avenida Villavicencio y otro en la localidad de Usme, lo que fue interpretado como una campaña propagandística del grupo guerrillero.
Aunque la situación ya está controlada, el hallazgo de estos símbolos del ELN sigue siendo una fuente de preocupación para las autoridades y la comunidad bogotana.