Por: Yasher Bolívar Pérez
Durante la ceremonia de los Premios Laureus 2025 en Madrid, donde fue homenajeado como ícono deportivo mundial, Rafael Nadal fue claro y sereno sobre su presente: “No echo de menos el tenis, para nada”. El exnúmero uno del mundo, quien puso fin a su histórica carrera en 2024, aseguró sentirse en paz con la decisión tomada tras años marcados por la gloria y también por las lesiones.
Con 38 años y 22 títulos de Grand Slam en su haber, el mallorquín explicó que “terminé feliz, y si hubiera podido seguiría jugando. El tenis me hizo feliz toda mi vida. Pero cuando uno se da cuenta de que no puede, intenta cerrar la etapa, y yo la cerré”. Nadal, sin embargo, no ha perdido el vínculo emocional con el deporte: sigue algunos partidos “que le interesan”, aunque sin la nostalgia del profesional que anhela regresar.
En la antesala del homenaje que recibirá en Roland Garros a finales de mayo, Nadal reafirmó su convicción: “Lo que me hubiera dolido es estar en el sofá pensando que aún podía jugar. Por eso necesité tiempo para estar seguro de que mi decisión era la adecuada”. Así, el hombre que hizo del polvo de ladrillo su reino se despide como vivió: con humildad, claridad y grandeza.