Por: Yasher Bolívar Pérez
Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, los dos símbolos futbolísticos más influyentes de las últimas décadas, vivieron este 30 de abril una jornada amarga: ambos fueron eliminados en semifinales de sus respectivas competiciones internacionales. El Inter Miami de Messi cayó ante Vancouver Whitecaps en la Concachampions, mientras que Al Nassr, equipo de Cristiano, fue superado por Kawasaki Frontale en la Champions asiática.
Cristiano Ronaldo, que aspiraba a disputar su primera final continental en Asia, no logró evitar la derrota por 3-2 ante el equipo japonés, en un duelo disputado a partido único. Por su parte, Messi tampoco logró revertir la historia con Inter Miami, que repitió fracaso en Concacaf tras haber sido eliminado el año pasado por Monterrey. Vancouver, en cambio, sorprendió con orden y contundencia.
El paralelismo entre ambos íconos no solo subraya el ocaso competitivo de sus trayectorias a nivel internacional, sino también el desafío que implica trascender en nuevos contextos deportivos. Ni el talento histórico ni el peso de sus nombres bastaron esta vez para acceder a una final continental. Una coincidencia simbólica que marca, tal vez, el inicio del epílogo de una era.