Óscar Javier Sayas Monroy, conocido como ‘Morbito’, volvió a ser noticia por los hechos violentos que ocurrieron durante el partido entre Junior y América en Barranquilla. Su nombre ya figuraba desde hace años entre los más temidos del barrismo violento.
La noche del sábado en el estadio Metropolitano de Barranquilla, una riña entre hinchas dejó un herido con arma blanca y revivió los fantasmas de la violencia que durante años han empañado el fútbol colombiano. En medio de los disturbios, fue capturado Óscar Javier Sayas Monroy, de 36 años, señalado como el autor de la agresión.
El general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó la detención y recordó que Sayas es un viejo conocido de las autoridades. Su historial judicial es tan extenso como preocupante: amenazas, hurtos, lesiones, homicidios y tráfico de armas forman parte del prontuario que lo acompaña desde hace más de una década.
Sayas, conocido en el mundo del barrismo como ‘Morbito’, fue uno de los líderes de la barra ‘Los Kuervos’, del Junior. Su nombre ganó notoriedad pública en 2007, cuando fue vinculado a la muerte de un hincha de Nacional en una confrontación entre aficionados en Puerto Valdivia, Antioquia. Entonces tenía solo 19 años. Aunque estuvo preso ocho meses, el caso fue archivado y recuperó su libertad.
Cinco años después, en 2012, volvió a ser noticia: esta vez por un ataque brutal a un empleado de Coca Cola. Sayas lo confundió con un hincha del América por el color de su uniforme y lo apuñaló repetidamente. La víctima quedó con lesiones irreversibles y terminó en una silla de ruedas.
A pesar de su historial, Sayas se mantenía en libertad, hasta este nuevo episodio de violencia en el estadio. Las imágenes captadas por asistentes y compartidas en redes sociales muestran que la pelea involucró a más personas, pero hasta ahora solo él ha sido capturado.
Este caso reabre el debate sobre la impunidad, el control de las barras y la necesidad urgente de medidas más efectivas para evitar que el fútbol se convierta, una vez más, en escenario de tragedias.