El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, dejó claro que el Gobierno Nacional está jugándose una carta única: la consulta popular radicada por el presidente Gustavo Petro ante el Senado el pasado 1 de mayo. En palabras del ministro, “no hay Plan B” si el mecanismo no supera el trámite en el Congreso o no logra el respaldo suficiente en las urnas.
Durante una transmisión oficial, Sanguino mostró plena confianza en que la ciudadanía respaldará la iniciativa:
“No hemos considerado qué hacer si no hay umbral o si las preguntas no obtienen el apoyo necesario. No lo hemos contemplado. Estamos optimistas: el respaldo será contundente”.El ministro también lanzó advertencias políticas. Afirmó que si el Congreso hunde la propuesta, los ciudadanos sabrán quiénes bloquearon el camino de la participación:
“Si dicen que no, en marzo de 2026, cuando se elijan congresistas, habrá memoria. Revelaremos uno por uno los nombres de quienes pusieron la mordaza en el Senado”.Sanguino fue más allá y sugirió que esos congresistas “no deberían recibir ni un solo voto” en las elecciones, llamando a la ciudadanía a castigar electoralmente a quienes se opongan a la consulta. Sobre el financiamiento del proceso, Sanguino aseguró que los recursos saldrán de la Registraduría Nacional, y recordó que en el pasado se financiaron otros mecanismos similares, como el referendo de Álvaro Uribe, el plebiscito por la paz de Juan Manuel Santos y la consulta anticorrupción promovida por la Alianza Verde. Con esto, el Gobierno confirma que la consulta es su jugada central , tanto en lo político como en lo simbólico. En juego está no solo una agenda de reformas, sino también una medición directa de su respaldo popular.