En el corazón del Capitolio Nacional, este martes 13 de mayo se libra una batalla clave: la plenaria del Senado inicia la discusión de la Consulta Popular propuesta por el presidente Gustavo Petro, una jugada política que surge tras el naufragio de la reforma laboral. Las bancadas, en reuniones intensas y negociaciones cruzadas, se preparan para una votación que promete estar al filo de la navaja.
El ambiente en el Congreso es de tensión contenida. Por un lado, el Pacto Histórico, firme en su respaldo al Gobierno, ya alinea sus 20 votos, incluso sumando al independiente Paulino Riascos. Por el otro, la oposición se cierra filas: el Centro Democrático ha dicho No, al igual que Cambio Radical, obligando a todos sus miembros, incluso a los cercanos al oficialismo, a seguir la línea.
Mientras tanto, los partidos Conservador y de La U aún debaten si actuar como bloque o permitir el voto libre. Las cuentas no están claras, y las predicciones se cruzan como espadas. “Va a estar muy reñida la decisión”, anticipa el senador Alfredo Deluque, consciente de que la balanza puede inclinarse en cualquier dirección.