Gremios del país manifestaron su preocupación tras el pronunciamiento del gobierno de Estados Unidos, que calificó como “decepcionante” y “contraproducente” la reciente adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) de China, también conocida como la Ruta de la Seda.
Washington advirtió que se opondrá “enérgicamente” a cualquier financiamiento por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras entidades multilaterales a proyectos que involucren empresas estatales chinas en Colombia, una decisión que genera incertidumbre en sectores clave de la economía nacional.
El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, señaló que este tipo de reacciones eran previsibles. “Esto sucede especialmente cuando ciertos anuncios pueden ser interpretados de forma diferente a la intención original. El mensaje de Estados Unidos demuestra que nuestra adhesión no fue bien recibida por nuestro principal socio comercial”, dijo.
Por su parte, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, advirtió sobre los riesgos financieros que podrían derivarse de la medida. “Colombia tendrá que buscar alternativas complementarias si requiere financiamiento para proyectos de infraestructura”, afirmó.
Durante el Encuentro de Laboralistas, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, hizo un llamado a considerar la magnitud de la relación comercial con EE. UU., país que compra a Colombia más de 14.000 millones de dólares en productos como confecciones, café e hidrocarburos, mientras que China apenas adquiere bienes colombianos por cerca de 2.100 millones.
“No se trata de arrodillarse ante nadie, sino de reconocer una realidad comercial: Estados Unidos compra lo que producimos. Ojalá China también lo hiciera en esa proporción”, sostuvo Mac Master.
En la misma línea, el presidente de Anif, José Ignacio López, expresó que el creciente conflicto geopolítico entre Estados Unidos y China podría impactar negativamente a países como Colombia. “Este tipo de tensiones puede terminar afectando la estabilidad económica si no se manejan con prudencia y estrategia”, indicó.
Ante este escenario, expertos coinciden en que el Gobierno colombiano deberá actuar con equilibrio diplomático para preservar sus relaciones estratégicas sin comprometer el acceso al financiamiento internacional ni poner en riesgo su comercio exterior.