Lo que parecía una tarde cualquiera en el barrio La Ceiba se transformó en minutos de pánico.
A plena luz del día, dos hombres a bordo de una motocicleta
abrieron fuego contra un modesto local de venta de fritos ubicado en la calle 58 con carrera 11. El blanco: una pequeña vitrina de vidrio donde una mujer ganaba su sustento diario.
Uno de los proyectiles impactó directamente en el vidrio, que estalló en mil pedazos. Una esquirla alcanzó a rozar la cabeza de la vendedora, quien sufrió una herida leve. Fue trasladada en ambulancia a un centro asistencial, donde médicos confirmaron que su condición no es grave.
El hecho, que sacudió a los vecinos del sector, generó inmediatamente versiones encontradas. En redes sociales comenzó a circular la hipótesis de un posible ataque por no pago de extorsión. Sin embargo, las autoridades consultaron al propietario del negocio, quien negó haber recibido amenazas, panfletos o solicitudes de ‘vacuna’.
La
Policía Metropolitana de Barranquilla ya abrió una investigación para esclarecer el móvil del ataque y dar con los responsables. Por ahora, el barrio se encuentra bajo vigilancia, mientras los habitantes reclaman más seguridad y protección para quienes, como la vendedora herida, luchan cada día por ganarse la vida honradamente.