Desde su apertura en el primer semestre del 2025, el programa de Medicina de la Universidad del Atlántico se ha convertido en una oportunidad transformadora para cincuenta jóvenes en un alto porcentaje procedentes del Caribe colombiano.
Esta oferta académica, esperada durante años por la región, ha devuelto la esperanza a quienes soñaban con convertirse en médicos y servir a sus comunidades. Más que una carrera, representa un proyecto de vida que ahora es posible cursar en una institución pública, con altos estándares académicos, criterios de equidad y un enfoque regional que prioriza el talento y compromiso social de los estudiantes.
Los lineamientos que rigen el proceso de admisión al programa de Medicina, reafirman el compromiso de la institución con la transparencia, la equidad y el mérito académico.
Este proceso se basa en un sistema reglado por el Acuerdo Superior No. 000032 de 2024 y la Resolución Académica No. 000041 de diciembre de 2024, que establecen como criterios principales el puntaje global de la Prueba Saber 11 y un enfoque diferencial territorial, según el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) del municipio donde se encuentra la institución educativa de la cual egresó el aspirante, lo anterior, con base en los reportes del DANE.
“Este proceso de admisión obedece a una política definida por el Consejo Superior, que busca garantizar un acceso más justo y equitativo a la educación superior. Al considerar no solo el puntaje global de las Pruebas Saber 11, sino también el Índice de Pobreza Multidimensional del municipio donde estudió el aspirante, se reconoce el contexto social y territorial de cada estudiante. Desde el Departamento de Admisiones y Registros, aplicamos este enfoque diferencial con el firme compromiso de abrir las puertas de la Universidad del Atlántico a jóvenes con alto potencial académico que, históricamente, han tenido menos oportunidades. Esta es una manera concreta de materializar nuestra misión como universidad pública incluyente y con responsabilidad social”, afirmó Miriam Fontalvo, jefe del Departamento de Admisiones y Registro.
En ese sentido, la única variable territorial válida es la ubicación del colegio del que se graduó el aspirante, y no el lugar de residencia ni el puntaje del Sisbén, entre otras variables.
Para la asignación de cupos, los aspirantes son clasificados en dos grupos poblacionales: Grupo 1, conformado por los aspirantes categorizados en los estratos 1, 2 y 3. Por otro lado, el Grupo 2 los aspirantes categorizados en los estratos 4, 5 y 6.
Dentro de cada grupo, los cupos se asignan en orden descendente de puntaje Saber 11, hasta completar los cupos disponibles. A esto se suman criterios diferenciales establecidos en los artículos 7 al 14 del Acuerdo Superior No. 000001 de 2018, que garantizan oportunidades para comunidades étnicas, víctimas del conflicto armado y otras poblaciones vulnerables. Los aspirantes inscritos por criterio diferencial, tienen la oportunidad de competir por un cupo, ya sea por mérito académico o por criterio diferencial.
“El proceso de inscripción fue muy claro y transparente; recibimos acompañamiento paso a paso y todos tuvimos igualdad de condiciones para ingresar por mérito académico. Ser admitida es un logro enorme: seré la primera médico de mi familia y espero poder retribuirle a mi comunidad, que es de escasos recursos. A otros jóvenes les diría que no se rindan, que sí hay oportunidades en la universidad pública, si se preparan con disciplina”afirmó Greis Gómez, estudiante de primer semestre de Medicina.
La Universidad también aclara que la inscripción al proceso es gratuita para quienes se presentan por primera vez, según la Resolución Rectoral No. 001620 de 2013. Para aspiran…