La tranquilidad de la tarde del lunes en el barrio Villanueva, al sur de Barranquilla, se rompió en cuestión de segundos cuando una balacera estalló en plena vía pública. El blanco del ataque era Michael Mulford, gerente de Riverport, quien acababa de salir de su oficina y se desplazaba en su camioneta blindada.
Eran alrededor de las 4:00 p. m. cuando, según versiones recogidas por las autoridades, un vehículo con cuatro hombres interceptó al ejecutivo. Los atacantes, sin mediar palabra, abrieron fuego contra las llantas del vehículo con la aparente intención de obligarlo a detenerse.
Sin embargo, no contaban con que uno de los escoltas del gerente venía pocos metros atrás. Al percatarse de lo que ocurría, el guardaespaldas reaccionó con rapidez: desenfundó su arma de dotación y respondió al ataque.
En el intercambio de disparos, uno de los presuntos atacantes cayó abatido, mientras los otros tres emprendieron la huida, dejando atrás a su compañero y el vehículo en el que se movilizaban.
El cuerpo sin vida del presunto delincuente quedó tendido en la vía. Llevaba puesto un chaleco, una gorra y un carné que simulaban una indumentaria policial, posiblemente como estrategia para desorientar a la víctima. Fue identificado como Jean Paul Patiño Rodríguez, de 19 años, quien ya tenía un amplio historial delictivo: dos anotaciones por homicidio y una más por porte ilegal de armas.
El gerente Mulford resultó ileso en el ataque. Se trata del segundo atentado que enfrenta en menos de un año. El primero ocurrió el 5 de noviembre de 2024, también cuando salía de su lugar de trabajo. En esa ocasión fue interceptado en el barrio Bendición de Dios y recibió una herida en uno de sus brazos.
Las autoridades mantienen un operativo activo para dar con el paradero de los tres atacantes fugitivos, mientras se investigan los móviles detrás del atentado y si existe alguna relación con el intento anterior.