Carlos Julián Caicedo, pareja sentimental del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, vuelve a estar en el centro de la polémica luego de que la Procuraduría abriera un juicio disciplinario en su contra por posibles conflictos de intereses e incumplimiento de funciones al figurar como contratista de dos entidades públicas al mismo tiempo.
El proceso se abrió tras conocerse que entre enero y junio de 2023 Caicedo trabajaba simultáneamente en el Instituto Nacional de Vías y en la Institución Universitaria Pascual Bravo, mientras en sus redes sociales se exhibía en viajes a Santa Marta, Taganga y al exterior, precisamente en días hábiles. Aunque argumentó que desconocía que esto implicaba un posible delito y que canceló los contratos, el caso abrió la puerta a nuevos cuestionamientos sobre el origen de los recursos que le permiten sostener un estilo de vida de viajes y lujos.
Entre los puntos que han generado inquietud se encuentra la compra de un apartamento en el norte de Bogotá, operación en la que habrían intervenido económicamente actores del mercado de hidrocarburos como el coronel (r) Juan Guillermo Mancera y el fallecido empresario William Vélez.
Según registros, los ingresos mensuales de Caicedo oscilan entre $5,2 y $9,6 millones, cifras que contrastan con la rapidez con la que ha saldado deudas altas y mantiene un puntaje de crédito de 856 en las centrales de riesgo, calificación que indica excelente comportamiento de pago. A pesar de sus bajos ingresos declarados, ha realizado viajes internacionales y ha mostrado costosos gustos en redes sociales.
Además, figura como dueño de la empresa Roca Bi S.A.S, dedicada a actividades inmobiliarias, y tuvo en Miami, junto a Roa, la compañía Windsun Energy LLC, disuelta en abril de 2024 en medio de los cuestionamientos sobre sus actividades.
A pesar de contar con trayectoria en cargos de responsabilidad en logística y compras, actualmente figura en estado de “protección laboral” en el ADRES, lo que indica que no realiza cotizaciones activas al sistema de salud, pero conserva beneficios temporales para él y su núcleo familiar.
Por ahora, las autoridades no han reportado avances en investigaciones sobre el origen y manejo del patrimonio de Caicedo, quien a sus 33 años enfrenta dudas crecientes sobre su capacidad de pago frente a su estilo de vida y posibles vínculos con actores relevantes del sector energético colombiano.