Este lunes 28 de julio podría marcar un antes y un después en la historia judicial y política de Colombia. La jueza Sandra Heredia dará a conocer el sentido del fallo en el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, acusado por presunta manipulación de testigos, uso indebido de procedimientos judiciales y acciones irregulares dentro del sistema de justicia.
El proceso comenzó en 2012, cuando Uribe denunció al entonces senador Iván Cepeda por supuestamente manipular testimonios de exparamilitares que lo vinculaban con grupos armados ilegales. Pero el caso dio un giro inesperado: la Corte Suprema no solo archivó la denuncia contra Cepeda, sino que inició una investigación contra el expresidente por, precisamente, intentar manipular testigos.
Desde entonces, el expediente ha recorrido una larga ruta judicial y ha sido objeto de intensos debates en la opinión pública, el Congreso y los estrados. Uribe, el hombre que durante años movió los hilos del poder, ahora espera una decisión desde el banquillo.
Aunque la jueza no dictará hoy una condena o absolución, el sentido del fallo es crucial: permitirá saber si el juicio continuará hacia una sentencia o si, por el contrario, se archivará la causa. Todo esto, bajo la presión del tiempo: si no hay decisiones en primera y segunda instancia antes del 8 de octubre, el caso prescribirá.
La jornada de hoy será seguida de cerca por seguidores, críticos, juristas y medios. Más allá de los tecnicismos legales, está en juego la credibilidad del sistema judicial y el legado de uno de los líderes más influyentes —y polarizantes— del país.
El reloj judicial avanza. Y Colombia observa…