El Gobierno de Estados Unidos implementará un nuevo programa piloto que obligará a ciertos solicitantes de visas de turismo (B-1/B-2) a pagar una fianza de hasta 15.000 dólares como condición para ingresar al país.
Según lo anunciado por el Departamento de Estado, esta medida aplicará a ciudadanos de países que presentan altos índices de personas que exceden el tiempo autorizado de permanencia. Aunque el listado de naciones afectadas aún no se ha publicado, se espera que cerca de 2.000 solicitantes deban asumir una fianza promedio de 10.000 dólares durante la fase piloto, que tendrá una duración de 12 meses.
Los solicitantes podrían recuperar la totalidad del dinero si demuestran haber cumplido con las condiciones de su visa. Esta iniciativa, promovida bajo la administración Trump, busca enviar un mensaje claro a los gobiernos extranjeros para que refuercen sus controles migratorios y de antecedentes criminales.
La medida se suma a otros incrementos ya aprobados en el costo de visados, incluyendo una “tarifa de integridad” mínima de 250 dólares y nuevos cobros para solicitantes de asilo, quienes ahora deberán pagar 100 dólares anuales mientras su caso esté pendiente. Según cifras oficiales, Estados Unidos emitió cerca de 11 millones de visas de no inmigrante en 2024.