Una nueva controversia se desató luego de que el presidente Gustavo Petro cuestionara la obligatoriedad del inglés como segunda lengua en la educación colombiana y respaldara una propuesta de la Cancillería para eliminarlo como requisito en cargos diplomáticos.
Durante una reciente alocución, el mandatario criticó lo que consideró una imposición del inglés como segunda lengua oficial en los colegios del país: “Sí, claro que es importante el inglés, pero no por obligación como segunda lengua oficial de los colegios, ¡por Dios! La Constitución ordena una lengua oficial, es el español”.
Petro también mencionó su interés en fomentar el aprendizaje de otros idiomas como el francés, el alemán, el mandarín y, especialmente, las lenguas indígenas y afrocolombianas, que —según afirmó— “no son oficiales y no salen”.
En coherencia con este planteamiento, la Cancillería publicó un borrador de resolución que propone eliminar del Manual de Funciones y Competencias Laborales el dominio del inglés —o de cualquier otro idioma oficial de la ONU— como requisito obligatorio para aspirar al cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario.
Argumentos del Gobierno: equidad y simplificación
La propuesta, impulsada por instrucción directa del presidente, argumenta que el manejo de idiomas no es fundamental para el desempeño del cargo y que su eliminación responde a políticas de acciones afirmativas. Según el documento, esta modificación busca eliminar barreras de acceso que han afectado históricamente a grupos subrepresentados.
El borrador también señala que la medida facilitaría la defensa jurídica de los nombramientos, reduciría trámites y simplificaría el proceso de selección diplomática. Aunque se suprime el requisito de idioma, se mantienen conocimientos esenciales en política exterior, relaciones internacionales y negociación, así como competencias en liderazgo, resultados y visión estratégica.
Rechazo desde sectores diplomáticos y políticos
La iniciativa ha generado fuertes críticas desde el Congreso y el cuerpo diplomático. Julián Silva, presidente de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia (Asodiplo), advirtió que la medida va en contravía de la profesionalización del servicio exterior. “Debe hacerse con personal idóneo, especializado y con experiencia”, dijo.
Desde el Congreso, la representante Carolina Giraldo (Alianza Verde) señaló que “quitar requisitos no es democratizar la diplomacia, es convertirla en un club de favores políticos”. En tanto, la senadora María Fernanda Cabal (Centro Democrático) acusó al Gobierno de debilitar la carrera diplomática.
Actualmente, los diplomáticos de carrera deben acreditar un nivel B2 de inglés u otro idioma oficial de la ONU y someterse a evaluaciones periódicas. Para Asodiplo, este requisito es “una herramienta clave” para ejercer funciones en el exterior.
El borrador estará disponible para consulta pública hasta el 9 de agosto en el Sistema Único de Consulta Pública (Sucop). De aprobarse, representaría un giro importante en el perfil requerido para representar a Colombia ante el mundo.