Por: Yasher Bolívar Pérez
El fútbol dejó de ser solo fútbol para Álvaro Angulo. El defensor colombiano, ahora en Pumas de México, fue blanco de amenazas de muerte tras su polémica salida de Independiente de Argentina. Así lo denunció públicamente el técnico del equipo mexicano, Efraín Juárez, quien aseguró que Angulo recibió mensajes intimidantes tanto en su teléfono como en su correo personal.
“Esto no es normal. No se puede permitir que un jugador amanezca con amenazas en su celular el mismo día de un partido”, declaró Juárez en conferencia de prensa, tras la eliminación del equipo en la Leagues Cup. El entrenador reveló que el club ya inició una investigación interna, y aunque no se ha confirmado el origen de los mensajes, todo apunta a una conexión con su antiguo club en Argentina.
Angulo salió de Independiente tras un conflicto económico. Mientras el jugador denunció incumplimientos salariales, el club argentino respondió con documentos asegurando que todo fue pagado. La controversia no solo se mantuvo en los despachos: ahora ha cruzado una línea inaceptable, con un jugador afectado emocionalmente y un deporte que debe pronunciarse con claridad: ni la pasión ni la rivalidad pueden justificar el miedo.