Lo que debía ser un recorrido político por el Huila terminó convertido en una escena de guerra. El representante a la Cámara, Julio César Triana, fue blanco de un atentado armado perpetrado por las disidencias de alias “Iván Mordisco” en zona rural de Paicol.
La emboscada, marcada por ráfagas de fusil y el eco de la selva, obligó a una rápida reacción de las tropas del Ejército, que desplegaron un operativo aéreo para extraerlo de la zona y trasladarlo de urgencia hasta Neiva.
Visiblemente afectado, Triana rompió el silencio para expresar su gratitud:
“Agradezco a Dios, que creo, hoy me da una nueva oportunidad de llegar a mi casa a ver a mi esposa y a mis hijos. También agradezco a las autoridades civiles y militares por su rápida reacción”, declaró.
En la capital huilense, el gobernador Rodrigo Villalba lo recibió personalmente y le manifestó su respaldo en medio de la tensión y la preocupación que el ataque ha despertado.
Aunque el representante no profundizó en las causas del atentado, su mirada y su voz evidenciaron la mezcla de miedo, alivio y determinación de quien sabe que pudo no haber contado la historia.