El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó este viernes de “mentira descarada” el informe independiente respaldado por Naciones Unidas que declaró la existencia de una hambruna en la gobernación de Gaza, incluida su capital, y que ya afecta a más de medio millón de personas.
“El informe de la CIF constituye una mentira descarada. Israel no tiene una política de hambruna. Su política es prevenirla”, señaló la Oficina del Primer Ministro en un comunicado, en el que también aseguró que desde el inicio de la guerra han entrado dos toneladas de ayuda humanitaria en la Franja.
El Gobierno israelí acusó al informe de ignorar sus esfuerzos humanitarios y responsabilizó a Hamás de un supuesto “robo sistemático” de ayuda, aunque esta afirmación no ha sido probada ni por Israel ni por organizaciones internacionales que operan en el enclave.
Según el comunicado, la escasez de alimentos se debió a estas acciones de Hamás, lo que obligó a Israel a implementar entregas aéreas y marítimas, además de establecer corredores seguros y centros de distribución gestionados por empresas estadounidenses.
La CIF, herramienta reconocida globalmente para evaluar la seguridad alimentaria, confirmó el agravamiento de la crisis en Gaza, mientras Israel desestima sus conclusiones como un “libelo”.