La Fiscalía General de la Nación confirmó el 30 de agosto que el cuerpo hallado en el sector de Fagua, en Cajicá (Cundinamarca), corresponde a Valeria Afanador, niña de 10 años que había sido reportada como desaparecida. Medicina Legal continúa con los análisis para determinar las causas y circunstancias exactas de su muerte, cuyo dictamen definitivo se espera entre hoy y mañana.
Mientras tanto, la investigación sigue bajo reserva. Sin embargo, el abogado de la familia, Julián Quintana, advirtió sobre posibles omisiones del colegio donde estudiaba la menor. En entrevista con 6AM, aseguró que la institución presentaba fallas en seguridad, como deficiencias en la malla perimetral y la cercanía irregular a una fuente hídrica.
“Valeria pudo ser asesinada por la grave omisión de este colegio”, afirmó Quintana, quien planteó que, además de una posible intervención criminal, los directivos y empleados podrían tener responsabilidad por negligencia.
El abogado también cuestionó el silencio y contradicciones de la rectora, señalando que omitió información sobre amenazas previas contra el plantel y limitó el acceso a datos clave para la investigación.
Quintana agregó que la familia sospecha que el cuerpo no estuvo desde el inicio en el lugar del hallazgo, lo que deberá esclarecerse con el dictamen forense. Además, la familia contrató peritos privados para revisar los resultados oficiales y reforzar sus hipótesis sobre un posible rapto fallido.