Washington refuerza su presencia militar en la región como parte de una ofensiva contra el narcotráfico y en medio de tensiones con Venezuela.
Estados Unidos desplegará diez cazas F-35 en una base aérea de Puerto Rico como parte de una operación destinada a intensificar la lucha contra el narcotráfico en el Caribe sur. Así lo confirmaron a la agencia Reuters dos fuentes con conocimiento del operativo.
El anuncio se da en medio de un creciente despliegue militar estadounidense en la región, que incluye buques de guerra, un submarino de ataque nuclear y más de 4.500 efectivos. Las autoridades estadounidenses señalan que el objetivo es atacar las estructuras de carteles de droga que operan desde el Caribe, aunque analistas apuntan a una estrategia más amplia que incluye presión directa sobre el gobierno de Venezuela.
El presidente Donald Trump, que ha hecho de la lucha antidrogas una de sus banderas de campaña, aseguró recientemente que las operaciones buscan frenar el ingreso de “cantidades masivas de droga” a territorio estadounidense. El despliegue se produce pocos días después de que fuerzas militares atacaran una embarcación que presuntamente transportaba narcóticos desde Venezuela, acción que dejó once muertos.
Los cazas, considerados de quinta generación por su tecnología avanzada y capacidad de ataque preciso, se sumarán a las tareas de patrullaje y vigilancia aérea. Se espera que arriben a Puerto Rico a finales de la próxima semana.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también ha vinculado el operativo con una presión política regional, al calificar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como “el capo de un narcoestado”. En respuesta, Maduro acusó a Washington de utilizar el combate al narcotráfico como “pretexto para una intervención militar”.
Hasta el momento, no hay pronunciamiento oficial por parte del Comando Sur sobre la duración del despliegue ni sobre posibles nuevas fases de la operación.