Este jueves, el escenario político colombiano podría experimentar un nuevo sacudón. El Consejo Nacional Electoral (CNE) definirá el futuro jurídico de la campaña presidencial que llevó a Gustavo Petro al poder en 2022, al votar una ponencia que señala una presunta violación a los topes de financiación electoral por más de $3.000 millones de pesos.
La Sala Plena del organismo fue convocada por los magistrados Álvaro Hernán Prada y Benjamín Ortiz, quienes aseguran tener evidencias suficientes para concluir que el equipo del Pacto Histórico no solo superó los límites legales de gasto, sino que también habría recibido financiación prohibida.
La investigación, que comenzó tras una denuncia anónima en 2023, derivó en una extensa revisión de documentos y aportes que, según los investigadores, no fueron reportados ante la autoridad electoral. En total, se identificaron aportes no declarados por más de $3.709 millones de pesos solo en la primera vuelta, provenientes de organizaciones como Fecode, el Polo Democrático Alternativo y la Unión Sindical Obrera (USO).
En la segunda vuelta, el CNE asegura que también se sobrepasaron los límites legales de gasto, con un presunto exceso de $1.646 millones de pesos.
La ponencia, compuesta por 121 hechos y actuaciones administrativas, no solo plantea una sanción administrativa, sino también multas millonarias para los principales responsables financieros de la campaña: Ricardo Roa, actual presidente de Ecopetrol, quien fungía como gerente de campaña; Lucy Aydeé Mogollón, tesorera; y María Lucy Soto, auditora. La multa solidaria ascendería a $5.923 millones de pesos.
Además, los partidos Colombia Humana y Unión Patriótica, que integran el Pacto Histórico, podrían enfrentar multas individuales de $1.167 millones de pesos cada uno.
Aunque la votación de este jueves no implica una decisión judicial definitiva, sí representa un momento clave que podría marcar un antes y un después en el panorama político del gobierno Petro. Lo que decida el CNE podría abrir la puerta a nuevos procesos o, por el contrario, cerrar un capítulo espinoso para el oficialismo.