Por: Yasher Bolívar Pérez
La derrota ante Atlético Bucaramanga en el Atanasio Girardot precipitó la salida de Javier Gandolfi como técnico de Atlético Nacional. Aunque la decisión aún no ha sido oficializada por el club, la dirigencia verdolaga ya dio por terminado un proceso marcado por la irregularidad y por un error reglamentario que dejó al equipo en el centro de la controversia: durante tres minutos del partido, el entrenador alineó a cuatro jugadores extranjeros, superando el límite permitido en el fútbol colombiano.
El tropiezo deportivo fue doble. Nacional perdió 1-0 frente a un rival que jugó con un hombre menos desde la primera mitad y, además, se expone a una sanción de la Dimayor que transformaría el resultado en una derrota administrativa por 3-0. Para la hinchada, la caída significó un nuevo golpe en una campaña que mantiene al club apenas en la séptima casilla de la tabla, lejos de las expectativas de protagonismo y con la clasificación a los cuadrangulares aún en suspenso.
Gandolfi, que había llegado con la credencial de campeón de la Superliga ante el mismo Bucaramanga, dirigió 51 encuentros con un balance de 22 triunfos, 17 empates y 12 derrotas. Su rendimiento del 54% no alcanzó para sostener un proyecto desgastado, ni para superar la eliminación en octavos de final de la Copa Libertadores a manos de Sao Paulo. Ahora, la dirigencia verdolaga se enfrenta al reto inmediato de encontrar un reemplazo —todo apunta a que será extranjero— que devuelva la confianza y la competitividad a un equipo urgido de respuestas.