El rastro de cocaína comenzaba en las montañas de Nariño, cruzaba las carreteras del país escondida entre la carga pesada, se transformaba en laboratorios del Magdalena Medio y terminaba flotando en buques con rumbo a Estados Unidos y Centroamérica. Así operaba la estructura criminal conocida como ‘Los del Dorado’, cuyos siete presuntos integrantes acaban de ser enviados a la cárcel por decisión de un juez de control de garantías.
Tras una investigación liderada por la Fiscalía General de la Nación y la DIJIN de la Policía, con apoyo del FBI, fueron capturados en simultáneos operativos realizados en Puerto Boyacá, Envigado, Puerto Triunfo, Palmira y Florencia. Todos enfrentan cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado, cohecho por dar u ofrecer y concierto para delinquir agravado.
Del campo a los puertos: el engranaje del narcotráfico
Según el expediente, el grupo funcionaba como una organización altamente estructurada. Desde la compra de la pasta base de coca en Nariño, pasando por su traslado a laboratorios clandestinos en Puerto Triunfo (Antioquia), hasta su procesamiento y posterior envío por los puertos del Caribe colombiano.
Entre los capturados figuran:
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Edilson Palacio Orjuela, alias Calvo, señalado como jefe de la red.
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Orlay Sánchez Rojas (Negrito) y Daniel Valencia Echeverry (Daniel), encargados de la compra y movilización de la pasta base.
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Robinson Galvis Gómez (Calero o Calen) y Dubán Ferney Ceballos Henao (Paisa o Jetón), quienes manejarían la producción del alcaloide.
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Hicswober Polanía Sánchez (Ober o La Gata) y José Adier Ortiz Eberrei (Jota), responsables del transporte hacia la costa.
Ninguno aceptó los cargos.
Justicia en movimiento
La investigación revela cómo, bajo apariencia de legalidad y con rutas bien calculadas, esta red narco buscaba consolidar un canal estable de exportación de cocaína. Pero su caída representa un golpe directo al tráfico transnacional de drogas que sigue mutando y expandiéndose por la geografía colombiana.
Por ahora, ‘Los del Dorado’ están tras las rejas, y las autoridades continúan tras la pista de otros posibles cómplices dentro y fuera del país.