Luego de más de una semana de búsqueda ininterrumpida, los organismos de socorro confirmaron este sábado el hallazgo de los cuerpos sin vida de siete mineros que permanecían atrapados en una mina de oro en el sector de San Antonio, corregimiento de Brasilia.
Las víctimas, identificadas como Dayro Guerrero, Alejandro Larrahondo, Robert Balanta, Gabriel Balanta, Neftalí Trochez, N. Balanta y Carlos José Piña, quedaron sepultadas tras un deslizamiento de tierra que provocó el colapso del socavón donde trabajaban. De acuerdo con el reporte oficial, los mineros —cuatro colombianos y tres extranjeros— habrían fallecido por asfixia, al quedar sin oxígeno dentro de la excavación.
Los cuerpos fueron encontrados juntos, evidenciando que no lograron salir del túnel tras el incidente ocurrido hace nueve días.
Una tragedia que sacude al norte del Cauca
Durante la extensa operación de rescate fue necesaria la presencia de la Guardia Cimarrona y la Guardia Indígena para garantizar el orden público. En el lugar se presentaron momentos de tensión, pues decenas de personas llegaron intentando aprovechar el material removido por la maquinaria para buscar oro entre los escombros.
El alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, lamentó profundamente la tragedia y pidió al Gobierno nacional una revisión urgente de la actividad minera en el norte del Cauca, debido a los altos riesgos laborales, la inseguridad en la zona y el impacto ambiental que generan estas explotaciones.
“Esto no puede seguir siendo una tierra sin control. Necesitamos que el Estado intervenga y regule estas prácticas antes de que tengamos que lamentar más muertes”, expresó el mandatario local.
Las autoridades adelantan los procedimientos legales para la entrega de los cuerpos a sus familiares y la identificación plena de las víctimas extranjeras. Mientras tanto, las comunidades del sector permanecen en duelo, acompañadas por las guardias comunitarias y organizaciones sociales que han hecho presencia en la zona desde el inicio del operativo.