Helmot Enrique Escolar Sotomayor, de aproximadamente 30 años, es una de las siete personas que fallecieron en Barranquilla tras consumir licor adulterado. Según relataron sus familiares a las afueras de Medicina Legal, el hombre se dedicaba al reciclaje y también trabajaba cargando y descargando camiones en el centro de la ciudad.
“Trabajaba para sus cosas, a veces llegaba donde la hermana y le llevaba plata para que se la entregara a la mamá, para ayudarle”, contó un pariente, quien explicó que la madre de Helmot se enteró de la tragedia mientras atendía su negocio en el barrio San Roque.
Inicialmente, en el hospital informaron que Escolar había ingresado por una posible sobredosis, pero luego confirmaron que se trataba de una intoxicación por licor adulterado. El joven vivía solo en el sector de El Boliche y, aunque solía ausentarse por varios días, mantenía contacto con su familia.
La Policía identificó a otras tres víctimas de este hecho: Nicolás Manuel Medrano, José Felipe Crespo Ortiz y Emiro Alberto Miranda.
El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Edwin Urrego, informó que la primera persona que falleció fue quien habría preparado y distribuido el licor, Nicolás Manuel Medrano. “Logramos llegar al lugar, un sitio en condiciones lamentables de salubridad, donde encontramos dos pimpinas y restos de botellas de plástico donde se expendía el licor”, indicó.
De acuerdo con las investigaciones, cada botella era vendida por apenas $2.000 pesos, lo que facilitó su distribución entre habitantes de calle y vecinos del sector. Las autoridades continúan las indagaciones para establecer la procedencia de los insumos y evitar nuevos casos de intoxicación.