El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escaló su retórica contra las autoridades de Chicago, exigiendo el encarcelamiento del alcalde Brandon Johnson y del gobernador de Illinois, J. B. Pritzker (ambos demócratas). Trump los acusa de no garantizar la seguridad de los agentes de inmigración durante las redadas en la ciudad.
“¡El alcalde de Chicago debería estar en la cárcel por no proteger a los agentes de ICE! ¡Y el gobernador Pritzker también!”, escribió el mandatario republicano en su red social Truth Social.
Los enfrentamientos entre el presidente y los líderes demócratas de Chicago se han intensificado desde el inicio de la operación Midway Blitz, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) hace un mes. Esta operación se enfoca en la detención y deportación de personas, en línea con la dura política migratoria del Gobierno.
Tanto el alcalde Johnson como el gobernador Pritzker se han opuesto a las redadas, llegando a demandar a la Administración para bloquear los esfuerzos migratorios.
En respuesta a la oposición de las autoridades locales y a las crecientes manifestaciones ciudadanas (una de las cuales resultó en que agentes de la Patrulla Fronteriza hirieran a una ciudadana estadounidense), Trump ordenó el envío de tropas de la Guardia Nacional.
El presidente también ha criticado la supuesta “incapacidad” de Johnson y Pritzker para gestionar la “delincuencia” en la ciudad, e incluso insinuó que podría invocar la Ley de Insurrección para justificar el uso de tropas federales para sofocar las protestas.
Actualmente, 200 soldados enviados desde Texas ya están instalados en Chicago, y otros 300 miembros de Illinois se preparan para movilizarse.
Es importante señalar que, a pesar de las acusaciones de “crimen rampante”, estadísticas oficiales del Departamento de Policía de Chicago muestran descensos interanuales en la criminalidad, con una reducción del 28% en los homicidios respecto al año anterior.