La exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe reiteró su inocencia y negó vínculos con el paramilitarismo en el proceso que la señala como presunta determinadora del asesinato del ganadero en 2003.
A la recta final entró el juicio que se le sigue a la ex rectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette Ponce por el homicidio del ganadero Fernando Cepeda, siendo que este martes, 14 de octubre, terminaron los alegatos de la defensa con la intervención de la misma acusada, quien rompió en llanto mientras insistía en su inocencia.
Cepeda fue asesinado en agosto de 2003 y años después se acusó a Gette Ponce como presunta determinadora del crimen, a partir de testimonios entregados por paramilitares que la señalaron de haber dado la orden de acabar con la vida del ganadero por un aparente lío de herencia con su hijastra María Paulina Ceballos, esposa de la víctima y con quien Gette debía compartir el legado de Mario Ceballos Araújo, fundador de Uniautónoma.
Sin embargo, entre lágrimas, la exrectora, de 74 años, aseguró que todo ha sido una persecución en su contra para apoderarse de la universidad y que se vio envuelta en todo este lío judicial por no acceder a las extorsiones del paramilitarismo.
“El legado de Mario Ceballos Araújo era repartido entre los que se orquestaron todo esto. Yo era un estorbo, pues conmigo ahí jamás lograrían lo orquestados ni el montaje donde estoy sumergida. Claro que mi único problema real fue no pagar las extorsiones realizadas por estos paramilitares, así como lo señaló alias Don Antonio en varias ocasiones. Si hubiese pagado, no estaría en estas. Tal vez ese fue mi error”, dijo.