Autoridades civiles y militares venezolanas activaron este miércoles las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) en Caracas y el estado Miranda, como parte del plan ‘Independencia ’. El objetivo es proteger al país ante lo que califican como “asedio” de Estados Unidos, que mantiene un despliegue naval cerca de la nación suramericana.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, encabezó el despliegue en Miranda y reiteró que el país permanece “en resistencia activa y prolongada” ante “la agresión, el asedio y los ataques del imperialismo”, acusando al Gobierno de EE. UU. de querer “robar” los “inmensos recursos naturales” de Venezuela.
El presidente Nicolás Maduro llamó a los ciudadanos, militares y policías de Caracas y Miranda a activar “toda la fuerza de defensa integral” para proteger “montañas, costas, escuelas, hospitales, fábricas, mercados y comunidades”, con el fin de “seguir ganando la paz”.
La alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, Carmen Meléndez, insistió en que el pueblo se prepara para la defensa, y que el plan se enfoca en la protección de “las entradas de Caracas”, el “centro del poder”.
Entre los objetivos de la operación se encuentran:
- La “búsqueda, detección y corte de actividad enemiga externa e interna”.
- La protección de instalaciones estratégicas, como el sistema eléctrico, de agua potable, telecomunicaciones, salud y suministro de combustible.
Meléndez concluyó con firmeza: “Mientras más presión, más preparación. Aquí estamos dispuestos a todo”.
Caracas y Miranda se suman a 11 regiones, en su mayoría estados costeros, donde ya se activó el plan ‘Independencia ’.
Mientras el Gobierno de Maduro insiste en que el despliegue naval de EE. UU. es una “amenaza” para propiciar un “cambio de régimen”, Estados Unidos defiende su operación como una acción directa contra el narcotráfico.
La tensión se intensificó luego de que, este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informara de un nuevo ataque contra un barco en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, resultando en la muerte de seis personas a las que acusó de “narcoterroristas”.