Por: Yasher Bolívar Pérez
En Santiago de Chile, la Selección Sub-20 de Marruecos escribió una página histórica al vencer 2-0 a Argentina en la final del Mundial de la categoría. Con un doblete del delantero Yassir Zabiri, figura indiscutida del torneo, los africanos conquistaron su primer título mundial juvenil ante una Albiceleste que nunca logró reponerse del golpe inicial.
El equipo dirigido por Diego Placente llegó invicto a la final tras superar a Colombia en semifinales, pero los nervios y la solidez táctica marroquí marcaron la diferencia desde el arranque. Zabiri abrió el marcador con un tiro libre impecable y, pocos minutos después, amplió la ventaja tras un centro de Maamma que desarmó la defensa argentina. Pese a los ajustes en el segundo tiempo, la reacción albiceleste no alcanzó.
Con este resultado, Marruecos consolida su ascenso como potencia emergente en el fútbol juvenil, tras su cuarto puesto en Qatar 2022 y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 2024. Para Argentina, que buscaba su séptima corona Sub-20, la derrota representa una herida que invita a la reflexión sobre la nueva generación y los desafíos del recambio.