El expresidente Álvaro Uribe Vélez se pronunció ante la escalada de tensión, considerada la más grave, entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente estadounidense Donald Trump, tras un explosivo cruce de mensajes el fin de semana. Uribe centró su análisis en el problema del narcotráfico en Colombia y la necesidad de un cambio de rumbo político.
Uribe evitó calificar los comportamientos de los líderes, enfocándose en la raíz del conflicto:
“Nuestra patria tiene un profundo problema interno. El creciente dominio de la economía ilícita destruye la juventud, la familia, destruye la democracia, destruye nuestra nación. Además, nos crea un gran problema internacional que empieza con los Estados Unidos y se irá ampliando a toda la comunidad de países”.
El exmandatario lamentó que Colombia, “duele decirlo”, entregue anualmente más de 1.800 toneladas de cocaína al mercado mundial.
Uribe atribuyó el deterioro de la situación a la política de los últimos años, señalando:
“Tenemos que cambiar este rumbo que se reinició con el Acuerdo de la Farc de 2016, que le dio impunidad al narcotráfico, y ha continuado con la paz total. El único logro es la violencia y la destrucción interna”.
También lamentó que los buenos resultados obtenidos en el pasado, impulsados por los 11 mil millones de dólares del Plan Colombia, hayan quedado “desperdiciados”.
Uribe finalizó con un llamado a la acción política, sugiriendo que el narcotráfico es una herramienta de destrucción para los “neo comunistas” que lo “disfrazan en la búsqueda de la paz”:
“Vamos con decisión por un nuevo Gobierno, resuelto a transformar a Colombia lo cual necesita reconstruir la relación con los Estados Unidos”, manifestó.
La postura de Uribe contrasta con el papel que jugó en el primer cruce Petro-Trump, donde medió con la Casa Blanca a través de Marco Rubio. Pese a la actual ruptura con Petro, congresistas de su partido sugieren que su interés por las buenas relaciones bilaterales podría hacerlo volver a mediar.