Una denuncia estremecedora sacude a la opinión pública. Diana Carrasquilla, excompañera sentimental de Cristóbal Padilla Tejeda, actual director de Colombia Compra Eficiente y exdelegado presidencial ante la junta directiva de Monómeros, lo acusa de haberla golpeado, humillado y perseguido, en un episodio que —según su testimonio— refleja violencia desde el poder.
Los hechos, según relató Carrasquilla en una entrevista con Diario La Libertad, ocurrieron en la recepción del edificio donde ambos residían, en el centro de Bogotá. “Fui golpeada y humillada en el lugar donde vivíamos. Terminé en una celda, con el rostro hinchado y el cuerpo cubierto de moretones. No había cometido ningún delito, solo era una víctima”, afirmó.

Un encuentro que se convirtió en pesadilla
Diana asegura que todo comenzó cuando le pidió a Padilla que se mudara del apartamento que compartían. Días después, el funcionario —según su relato— se instaló justo un piso arriba, con la mujer con quien presuntamente le fue infiel. “Al verlo salir del ascensor, sentí que el mundo se me vino abajo. No podía creer que tuviera la crueldad de mudarse encima de mí”, relató.

El reencuentro terminó en violencia. “En la recepción le pregunté por qué había hecho eso, y su respuesta fue la agresión: me empujó, me gritó, me insultó y me golpeó en la cara y el cuerpo. Intenté defenderme, le rasgué la camisa… y eso lo enfureció más”, contó Carrasquilla.


Según su testimonio, tras la agresión Padilla llamó a varios allegados —entre ellos funcionarios de su entidad—, quienes la intimidaron y la insultaron. “Me gritaban que no sabía con quién me estaba metiendo, que me destruirían. Sentí miedo, impotencia y humillación”, dijo.

Detenida como una criminal
La Policía acudió al lugar y detuvo a ambos. “A él lo subieron en silencio, y a mí me esposaron delante de todos”, narró. Esa noche, Carrasquilla fue recluida en una celda junto a más de veinte mujeres. Posteriormente, Medicina Legal le diagnosticó contusiones múltiples, desviación del tabique nasal y moretones en rostro, tórax y brazos, lesiones confirmadas por la Clínica Marly, que le otorgó incapacidad por siete días.
Desde entonces, asegura vivir bajo miedo constante y persecución. “Él me dijo que me haría la vida imposible, y lo está cumpliendo. Siento que me siguen, que me vigilan”, expresó con voz entrecortad

“Decidí hablar porque callar protege al agresor”
Acompañada por su abogado, Andrés Felipe Porto Castañeda, Diana amplió su denuncia ante la Fiscalía General de la Nación. En el documento se señalan presuntos delitos de violencia intrafamiliar física, psicológica, sexual, económica e institucional, además de control económico, coerción sexual y manipulación emocional.
Incluso, denuncia que empleados de la entidad dirigida por Padilla habrían ingresado sin autorización a su vivienda, configurando un posible allanamiento ilegal. También se investigan transferencias patrimoniales y presiones económicas que, según el expediente, buscaban despojarla de bienes.
“Él usaba su poder para intimidarme. Me decía que nadie me creería, que me arruinaría. Me sentía atrapada”, relató Carrasquilla.
Hoy, aunque teme por su seguridad, su decisión es firme:
“Sobreviví al miedo, a los golpes y al silencio. Ahora solo espero que la justicia no se quede muda. Él tiene poder, pero yo tengo la verdad.”
M.S.
Fuente: Diario La Libertad
			
			



