A pocos días de cumplirse los 40 años de la toma y retoma del Palacio de Justicia, el presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez Najar, afirmó que aún persisten más preguntas que respuestas sobre los hechos ocurridos el 6 y 7 de noviembre de 1985 y señaló que el M-19 “profanó violentamente el templo de la justicia”.
Durante el evento “Justicia, memoria y reflexión: un asunto de todos”, el magistrado sostuvo que lo sucedido hace cuatro décadas marcó un antes y un después en la historia del país y que debe mantenerse vivo en la memoria colectiva. Recordó que la guerrilla del M-19 irrumpió en el Palacio con la intención de presionar al gobierno de Belisario Betancur, secuestró magistrados y civiles y utilizó a los rehenes como escudos humanos frente a la intervención militar.
Ibáñez señaló que existe una amplia base documental y jurisprudencial que demuestra la responsabilidad del grupo subversivo en la planeación y ejecución del ataque, pese a los intentos actuales de modificar la narrativa histórica. “El principal responsable de la toma del Palacio de Justicia fue el movimiento guerrillero M-19”, enfatizó.
El magistrado también criticó la operación militar de retoma por parte de las Fuerzas del Estado, calificándola como improvisada, desproporcionada y sin priorización de los rehenes. Recordó que más de mil uniformados y armamento de alto poder fueron usados en una confrontación urbana que dejó decenas de víctimas.
“La toma del Palacio de Justicia no fue una acción genial, sino una acción demencial. Un acto terrorista, según lo han calificado varias sentencias”, subrayó, en aparente respuesta a recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro, exintegrante del M-19.
Ibáñez concluyó con un llamado a la memoria y a la reflexión para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse: “Lo vivido hace 40 años no se puede olvidar. Es deber de todos honrar a las víctimas y defender la verdad histórica”.









