El silencio se rompió en Remolino, Magdalena, cuando la Policía capturó a alias ‘Cumbia’ o ‘Federico’, un exparamilitar que, tras salir de prisión, había vuelto a dominar con amenazas y extorsiones los pueblos del centro del departamento.
No hubo disparos ni persecución. Solo el sonido seco de las esposas cerrándose marcó el final del miedo para muchos. ‘Cumbia’, de 37 años, fue detenido frente a un local de comidas rápidas, en chancletas y con una pistola Glock calibre 9 milímetros lista para usar.
El arma estaba cargada con 16 cartuchos, y según las autoridades, había sido utilizada en varios homicidios y atentados ocurridos en Remolino, Salamina y Sitio Nuevo.
El coronel Javier Alberto Duarte Reyes, comandante del Departamento de Policía Magdalena, confirmó que la comunidad fue clave en la captura:
“La colaboración de la gente fue determinante. Este resultado devuelve algo de tranquilidad a los habitantes que venían siendo extorsionados y amenazados”, aseguró el oficial.
Un viejo fantasma de la guerra
Alias ‘Cumbia’ no era un desconocido. Su nombre hacía parte de las sombras de la guerra que se negaban a desaparecer. Integró el bloque Resistencia Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), uno de los más violentos de la región.
Fue capturado en 2010 y permaneció casi ocho años tras las rejas por porte ilegal de armas y concierto para delinquir con fines terroristas.
Sin embargo, tras su salida de prisión en 2023, regresó a su antiguo territorio y retomó el mando de una estructura criminal que sobrevivía bajo otros nombres. Se adueñó de los pueblos a punta de miedo: cobros de ‘vacunas’, homicidios selectivos, panfletos amenazantes y silencio impuesto.
Su poder se consolidó nuevamente tras la muerte de ‘Juan David’ o ‘El Bebé’, abatido el pasado 21 de octubre en la vía entre Piñuela y Pivijay. Desde entonces, ‘Cumbia’ asumió el control de las rentas ilegales y se convirtió en el nuevo jefe de extorsiones en la zona bananera del Magdalena.
La comunidad que perdió el miedo
Pero esta vez, el miedo se quebró. Vecinos de Remolino, cansados de las intimidaciones y las amenazas, alertaron a las autoridades sobre su presencia.
La información fue precisa: “Está aquí, en el pueblo, armado”.
El operativo fue rápido y limpio. Sin resistencia, alias ‘Cumbia’ fue reducido y trasladado bajo estrictas medidas de seguridad.
Los investigadores sostienen que detrás de su aparente bajo perfil se escondía un sistema de extorsión articulado que operaba entre pequeños comerciantes, transportadores y ganaderos del Magdalena Medio, con tentáculos que alcanzaban municipios como Plato, Cerro de San Antonio y Pivijay.
Una captura que devuelve esperanza
El arresto de ‘Cumbia’ representa, según la Policía, un golpe directo al microtráfico y la extorsión rural que ha azotado al Magdalena durante los últimos meses.
No obstante, la captura también deja al descubierto el regreso de viejos patrones de violencia en territorios donde las autodefensas parecían haber quedado en el pasado.
Para muchos habitantes, la detención de este hombre simboliza una oportunidad de recuperar la calma.
“Por fin alguien habló, por fin lo cogieron”, comentó una vecina de Remolino que prefirió mantener su nombre en reserva. “Vivíamos con miedo, pero ya era hora de decir basta”.
Alias ‘Cumbia’ permanece bajo custodia mientras la Fiscalía avanza en su judicialización por los delitos de concierto para delinquir, porte ilegal de armas y homicidio agravado.







