A un mes de la firma del acuerdo de paz urbana entre las estructuras criminales ‘los Pepes’ y ‘los Costeños’, Barranquilla registra una notable reducción de homicidios y extorsiones, según confirmaron las autoridades y mediadores del proceso.
Sin embargo, el siguiente capítulo de la negociación —el posible traslado de los cabecillas Digno Palomino Rodríguez y Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, a la capital del Atlántico— ha abierto un fuerte debate sobre la seguridad en el territorio y dentro del sistema penitenciario.
El delegado de la Consejería Comisionada de Paz (CCP) en el Atlántico y facilitador del proceso, Camilo Pineda Serje, señaló que la decisión “pasa por múltiples filtros institucionales” y aún no está tomada.
“No podemos traerlos y ubicarlos en cárceles como La Modelo o El Bosque sin analizar los riesgos. Hay que revisar quiénes están allí, las condiciones de convivencia y el impacto que su presencia pueda tener”, advirtió Pineda.
Según explicó el funcionario, tanto Digno como Castor son clasificados como internos de alta seguridad, lo que impide su traslado a establecimientos de mediana seguridad como los que existen en Barranquilla.
Pineda alertó que una decisión mal planeada podría desestabilizar los avances logrados en el proceso de pacificación urbana, que ha permitido una disminución sostenida de la violencia en los últimos meses.
“No podemos permitir que una medida precipitada provoque un repunte delictivo o ponga en riesgo lo que hemos alcanzado. Esperamos tener una decisión responsable antes de fin de mes”, aseguró.
El facilitador también destacó que el acuerdo de tregua incluye compromisos para mantener a niños, niñas y adolescentes fuera del reclutamiento criminal y reducir el microtráfico en zonas escolares y espacios públicos.
“Si logramos sostener la reducción de delitos y avanzar hacia el control social del territorio, Barranquilla podría estar ante una oportunidad histórica de paz urbana”, concluyó Pineda.









