Por: Yasher Bolívar Pérez
La Bombonera volvió a latir con fuerza. En un superclásico cargado de emoción y tensión, Boca Juniors superó ampliamente a River Plate por 2-0, en un partido donde el ímpetu y el orgullo xeneize marcaron la diferencia. Bajo la conducción de Claudio Úbeda, el equipo local se mostró sólido y efectivo, con un Exequiel “Changuito” Zeballos encendido, autor del primer gol y asistente en el segundo, que selló Miguel Merentiel para desatar la euforia en las tribunas.
La victoria tuvo un sabor especial: además de imponerse ante su eterno rival, Boca aseguró su clasificación a la Copa Libertadores 2026, coronando una campaña regular que lo mantiene en lo más alto de la Zona A. El estadio fue una fiesta, y los jugadores celebraron sabiendo que este triunfo no solo fue futbolístico, sino también anímico, en un cierre de torneo donde cada punto vale oro.
En contraste, River se fue de la Bombonera con más dudas que certezas. El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo no logró mostrar su mejor versión y ahora se complica en la lucha por un cupo a la Libertadores, quedando sexto en la Zona B y dependiendo de otros resultados. Mientras Boca festeja una victoria que reafirma su momento, el Millonario deberá recomponerse rápido para no cerrar el año con las manos vacías.









