El modelo de gestión catastral desarrollado en Barranquilla se consolida como un referente nacional en modernización territorial. Siete entes territoriales —tres capitales y cuatro municipios— han confiado en el Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) para fortalecer la administración de sus predios, mejorar la seguridad jurídica de los propietarios y ampliar la base de ingresos municipales.
La estrategia nació en el marco del proceso de modernización liderado por el alcalde Alejandro Char, que transformó la forma en que la ciudad gestiona su territorio mediante información actualizada, transparencia y tecnología. Hoy, este sistema se replica en Cartagena, Sincelejo, Cúcuta, Puerto Colombia, Galapa, Malambo, Juan de Acosta y Piojó, consolidando a Barranquilla como referente en planeación urbana y administración catastral.
“El modelo catastral de Barranquilla demuestra que la actualización no solo genera recursos, sino que también impulsa obras, equidad social y planificación territorial”, afirmó Libardo García Guerrero, director del AMB.

Impacto económico y territorial
El alcance del modelo ha sido evidente en la actualización de datos y en el incremento del valor catastral:
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Galapa: predios pasaron de 14.226 en 2020 a 18.015 en 2025; avalúo global subió de 425 mil millones a 3,6 billones de pesos, un crecimiento del 761,7 %.
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Puerto Colombia: predios aumentaron de 19.994 a 34.157; valor de bienes pasó de 2,1 a 8,8 billones de pesos, con variación del 315,1 %.
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Cartagena: predios subieron de 316.337 a 318.063; avalúo general alcanzó los 94 billones de pesos.
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Malambo: predios pasaron de 27.056 en 2020 a 27.940 en 2023; valor de bienes ascendió de 807 mil millones a 1 billón de pesos.
En Sincelejo y Cúcuta, la gestión se centró en la actualización de la información, mientras que en los municipios costeros del Atlántico, como Juan de Acosta y Piojó, se abrieron nuevas oficinas para atención al público y se desarrollan procesos de trabajo social con las comunidades, garantizando un servicio ágil, transparente y confiable.
“La meta es que la información catastral coincida con la realidad del territorio, reduciendo la informalidad y fortaleciendo la planeación urbana”, señaló García Guerrero.
Lo que comenzó como un proyecto local hoy marca la ruta de modernización catastral en varias regiones del país, consolidándose como una herramienta de progreso para las comunidades y de fortalecimiento para las finanzas municipales.




