El ministro del Interior, Armando Benedetti, volvió a pronunciarse en medio del escándalo judicial que lo rodea y reconoció que siente “temor” ante una posible suspensión por parte de la Procuraduría, luego de que el ente de control abriera una indagación disciplinaria en su contra.
La investigación fue ordenada tras los fuertes calificativos que Benedetti lanzó contra la magistrada de la Corte Suprema, Cristina Lombana, a quien llamó “loca”, “criminal” y “enferma”, luego del allanamiento a su vivienda en Puerto Colombia, diligencia que el ministro calificó como un “abuso de poder”.
“Siempre tengo temor porque la administración de la justicia con nosotros puede hacer lo que quiera”, declaró Benedetti en entrevista con Atlántico en Noticias.
El jefe de la cartera política aseguró que sus declaraciones no fueron una opinión personal, sino una “denuncia” contra irregularidades judiciales, y añadió que no se arrepiente de haber usado ese lenguaje.
“No me arrepiento de haber dicho la verdad. Esa señora torturó a testigos en Barranquilla para que declararan en mi contra. Les dijo que si no hablaban, se iban extraditados”, afirmó.
Aunque el ministro aseguró que acatará el llamado de la Corte Suprema a moderar su tono y respetar las decisiones de la Sala de Instrucción, insistió en que seguirá denunciando los abusos judiciales que, según él, se cometen en su contra.
Respecto a la polémica por el supuesto “préstamo” de $3.684 millones con el que habría adquirido una casa en Puerto Colombia, Benedetti reiteró que no existe ninguna prueba que respalde la versión de un soborno.
“Eso fue un préstamo, nada más. Vargas Lleras tiene no sé cuántas casas y a nadie le importa”, concluyó con ironía.
La Procuraduría evalúa ahora si las declaraciones del ministro constituyen una falta grave de respeto a la Rama Judicial, lo que podría acarrear una suspensión temporal del cargo.




