El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue detenido preventivamente este sábado luego de que las autoridades detectaran un intento de fuga al tratar de romper el brazalete electrónico con el que era monitoreado. La Corte Suprema afirmó que el exmandatario aprovechó la confusión generada por una manifestación convocada frente a su residencia para intentar vulnerar el dispositivo.
Bolsonaro, condenado a 27 años de cárcel por liderar una trama golpista tras las elecciones de 2022 y bajo prisión domiciliaria desde agosto, fue trasladado a dependencias policiales para “garantizar el orden público”, según la decisión del juez Alexandre de Moraes, relator del caso.
La orden indica que a las 00:08 hora local de este sábado las autoridades registraron una “violación del equipamiento de monitoreo electrónico”, lo que evidenciaría la intención del exmandatario de romper la tobillera para fugarse. De Moraes señaló que la manifestación convocada por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, buscaba obstruir la fiscalización de la prisión domiciliaria.
El magistrado recordó que otros aliados de Bolsonaro, también investigados o condenados por actos golpistas, han huido del país recientemente, como el diputado Eduardo Bolsonaro y el exdirector de Inteligencia Alexandre Ramagem, quien salió de Brasil clandestinamente hacia Estados Unidos.
La Policía Federal había solicitado la detención preventiva luego de que la protesta frente a la casa del exmandatario fuera considerada una “reunión ilícita” que ponía en riesgo la efectividad de las medidas cautelares. Según el Supremo, el tumulto generado tenía una alta probabilidad de facilitar un intento de fuga.
Aunque Bolsonaro ya fue sentenciado en septiembre por su presunta participación en una trama para mantenerse en el poder tras perder las elecciones, la detención de este sábado no corresponde al inicio de la ejecución de los 27 años de prisión, sino a una medida preventiva mientras avanzan los trámites judiciales tras el fracaso de sus primeros recursos de apelación.









