Los usuarios del servicio de gas en la región Caribe deberán prepararse para un aumento en sus tarifas. Así lo confirmó Ramón Dávila, presidente de Gases del Caribe, al señalar que el ajuste se hará efectivo tras la firma de nuevos contratos entre productores y distribuidores el pasado 1 de diciembre.
De acuerdo con el directivo, el alza para el sector residencial en la Costa Atlántica estaría alrededor del 10 %, mientras que para la industria podría ubicarse entre 10 % y 15 %. No obstante, precisó que el impacto será menor en la región frente a lo que se prevé en el interior del país, donde el costo del transporte del gas importado eleva significativamente la tarifa.
Dávila explicó que el incremento responde a la caída en la producción nacional de gas, especialmente en los campos de La Guajira, y a la ausencia de nuevos proyectos exploratorios, lo que obliga al país a importar este combustible mediante embarcaciones. Este proceso requiere regasificación e inyección a los gasoductos de Promigas y TGI, lo que eleva el precio final.
Sobre las reservas, el presidente de Gases del Caribe reconoció que el panorama no es alentador debido a la reducción de producción en los campos existentes, aunque descartó un riesgo de desabastecimiento. Según dijo, la planta de regasificación de Spec, en Cartagena, cuenta con las ampliaciones necesarias para garantizar el suministro. Además, se espera que el campo Sirius, ubicado frente a las costas de Santa Marta, entre en operación entre 2030 y 2031.
En cuanto a la posibilidad de importar gas desde Venezuela, Dávila fue enfático en que esta opción está descartada por ahora, debido a las sanciones de la OFAC y al estado del gasoducto binacional, que se encuentra abandonado y requeriría años de reparación.
Actualmente, la cobertura del servicio en la región Caribe supera el 90 %. Gracias a los subsidios de compañías petroleras y al apoyo del Gobierno mediante Copercol, la meta para este año es conectar cerca de 42.000 nuevos usuarios, una cifra que se espera mantener en 2026.




