En Amberes, Bélgica, funciona un buzón para abandonar bebés de forma anónima desde hace varios años cuando la iniciativa fue aprobada tras la disputa legal entre el estado y la ONG Corvia, que buscaba autorización para este método de abandono seguro.
La noticia es que la última vez que recibieron un niño en ese buzón fue en 2019 y ahora, el primero, desde entonces, llegó el pasado 18 de junio de 2021, según informó el alcalde de la ciudad, Bart De Wever.
“Por ahora soy el guardián de este pequeño milagro. Mis hijas llamaron al bebé Finn. Al pequeño Finn no le faltará de nada”, escribió el alcalde junto a la fotografía que compartió en sus redes sociales.
No obstante, el alcalde le recordó a la madre que “aún está a tiempo” de identificarse y recuperar a su hijo.
La creación del buzón de abandonos fue idea de una organización sin fines de lucro llamada Moeders voor Moeders (Madres para Madres), quienes instalaron los buzones hace más de veinte años atrás.
Desde el año 2000, la asociación ha recibido a 19 bebés de madres que decidieron abandonarlos de forma anónima.
¿Cómo funciona el buzón?
Luego de que el bebé es dejado en el buzón, la puerta de este se bloquea. Inmediatamente, un conserje recibe un aviso a través de una alarma para que no haya contacto entre la persona que deja al bebé y las autoridades.
Moeders voor Moeders no tiene manera de conocer la procedencia de ninguno de los niños que llegan a sus buzones, a menos de que las madres se comuniquen con la organización. Ellos se hacen cargo de los bebés hasta que comienzan a realizarse los trámites de adopción.
Las madres también pueden dejar cualquier tipo de información personal junto al bebé para lograr ser identificada en el futuro si así lo quisiera.