Gracias a la campaña de vacunación, el primer ministro británico, Boris Johnson, confirmó el lunes que Inglaterra dará el paso final de la desescalada, lo que supondrá, a partir del 19 de julio, el fin de medidas como la mascarilla o el distanciamiento.
Sin embargo, los contagios van al alza y el secretario de Sanidad, Sajid Javid, ha adelantado, en declaraciones a la BBC, que el 19 de julio habrá alrededor del doble de los casos actuales, lo que supone “unos 50.000 nuevos casos al día”.
Johnson dijo además que se está conversando con el sector turístico y las aerolíneas para tratar de eliminar la obligación de cumplir cuarentena para aquellos viajeros vacunados que regresen al Reino Unido desde un destino ámbar, como España, Francia o Italia.
Por otro lado, el líder laborista, Keir Starmer, primero de la oposición británica, calificó el plan del Gobierno conservador de “peligroso” y pidió mantener alguna protección, como las mascarillas, sobre todo en los lugares cerrados o el transporte público.
El sindicato Unite, que representa a los trabajadores del transporte público, consideró que sería un “acto de grave negligencia por parte del Gobierno” suprimir el uso de las mascarillas en el transporte público dentro de dos semanas.
Actualmente en Inglaterra se registran unos 25 mil casos por día, y la última vez que se rondó esa cifra (en la anterior ola) el número de muertes era de 500 por jornada. Ahora, la cifra es una trigésima parte de esa cantidad, ante una población con más anticuerpos.
EFE